donde quería yo ir, pero tampoco tenía pensado otro destino, por lo que no me esforcé en hacerle cambiar de ruta. Sí, en cambio, seguí diciendo: --Para lo cual te sometió a una estrecha vigilancia, advirtió la prontitud y asiduidad con que yo te rondaba y se barruntó ser yo un agente del Caballero Rosa. Aprovechando nuestra ausencia hizo que sus secuaces, apodados Hans y Enrique, registraran tu piso en busca del maletín, atacaran al comisario Flores