compré pensando en Quique; le encantan las tostadas. TEO.- A mí también me gustan, ¿o yo no cuento para nada? ANA.- ¡Llévatelo entonces! (Ana le lanza el tostador que Teo recoge en el aire de puro milagro. Lo mira un momento y luego se lo devuelve a Ana, lanzandolo también al aire.) TEO.- ¡Ahora no lo quiero! (Ana se sienta sobre la alfombra y enciende un