acariciarla) ¡Dejate de alucinar y vamos a lo nuestro! ANA.- (Sincera.) Me gustas. Vine aquí porque quería hacer el amor contigo, pero me daba corte decirte lo de la virginidad. Jurame que no se lo vas a contar a nadie. TEO.- ¿Lo de este revolcón? ANA.- No, eso lo puedes contar, lo de la virginidad. Me pueden tomar por numeraria del Opus.