de catorce años para sobrevivir en la calle: ¡Prostituirse! Madrid está lleno de chicos buscando homosexuales maduros que puedan pagar. TEO.- Nadie lo va a violar. Se quedará junto a las máquinas tragaperras hasta que se le acabe el dinero. Esa será su aventura. Luego volverá a casa para hacernos sentir culpables. ANA.- No me importa, sólo quiero que no le utilicen, que pueda elegir sus propios errores. TEO.- No te preocupes