zarzuela histórico de Los Villalares no tiene nada que envidiarle en lo maligno, grotesco y delirante a la solemne ópera imperial de Otumba, de San Quintín y de Lepanto. Esa zarzuela con que decís reivindicar la que llamáis España real reproduce punto por punto los rasgos más característicos de los pomposos fastos de la que llamáis España oficial: 1. El fetichismo de la identidad y la autenticidad. 2. El culto de los símbolos con la exaltación retórica concomitante. 3. La