el que se aplicaba para inculcar de memorieta la tabla de multiplicar. Es, pues, como si la palabra hubiese vuelto a la infancia, a refugiarse en ella y en su fe sin razón y sin lógica. Acallada, reprimida, perseguida por la amenazadora prepotencia de la superioridad, la palabra parece haber perdido toda fe en sí misma y en su capacidad autóctona de significar, referir y argumentar. A culatazos no sólo se rompen las bocas de los hombres singulares,
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REPRIMIR - Ejercer fuerza para impedir que emociones, impulsos o ideas (p.e ext. las personas que las tienen) se manifiesten.