y "British occupation". Resulta así que Gibraltar no habría sido jamás una ciudad simplemente habitada por uno u otro pueblo, sino siempre ocupada por una u otra nación. Y no es, por tanto, una boutade, sino registrar un hecho cuyas consecuencias siguen siendo, de algún modo, vigentes todavía, decir que el evangelio de Gibraltar comienza así: "In principio erat praesidium" ( "En el principio era la guarnición" ). Puede decirse que el