oficiosidades del comercio por los aparenciales y ostentosos alardes de la guerra. Kissinger mismo, en un artículo publicado en este periódico el 18 de noviembre de 1984, fundamentaba expresamente esa necesidad de ganar de la nueva diplomacia, frente al mero lograr acuerdos de la antigua. Cito literalmente: "La experiencia ha demostrado que no se puede mantener la diplomacia norteamericana cuando el péndulo de la política se inclina demasiado en un sentido. Una política que persiga el acuerdo, sin más, tropezará