que allí se le daba. No cuenta el valor objetivo de lo obtenido, sino sólo el subjetivo, para aquel cuyo fin es tan sólo la afirmación, el aumento y la complacencia de su propio ser, lo cual sólo se logra por negación y detrimento del contrario, porque se nutre específicamente de esa negación o más bien consiste en ella. No se disputan cosas, sino que, como en una contienda deportiva, lo único que se disputa es quién vale más (