se selolo campeando en solitario por toda empresa y todo contenido de la españolez, o coronando el ideal de ciertas casas señoriales en que el blasón de la fachada querría envolver y engullir como una ameba el edificio entero, así la patrimonialización cultural que monumentaliza las ciudades es capaz de convertir toda una cerchia antica en una inmensa y satisfecha plasta heráldica (ningún apresto tan plastificador como el barniz de monumentalina) bien cagada y peída en botija para que retumbe. Siempre se pone