el doctor-. Toda predicción es aventurada en estos casos y, dada la sólida constitución de usted, hasta puede ocurrir que... -No se esfuerce, profesor; ya he comprendido. No hablemos más. Después de todo, prefiero mi Rusca a la parálisis que tiene clavado en un sillón a un conocido mío. Le llega hasta la cintura y, si Dios quiere, pronto le subirá hasta el corazón y entonces cascará, ¿no es así?... Digame