Además, ¡no me da la gana de que me eche la bendición el curilla de Roccasera! ¿O es que a ti te cae bien ese meapilas ? Por supuesto, a Ambrosio tampoco le gusta. -Casate como prefieras, hombre -interviene Zambrini-. Tu boda es tu boda... Eso sí, preparate a la cencerrada... El viejo sonríe como si le ofrecieran un buen regalo. --Ya cargaré con postas la lupara, ya. Hasta con