selo boda y el cuchillo envuelto en el periódico. "Si no hubiera sido por eso --me dijo Cristo Bedoya--, nunca hubiera sabido cuál de los dos era cuál." Clotilde Armenta apareció detrás de Pablo Vicario, y le gritó a Cristo Bedoya que se diera prisa, porque en este pueblo de maricas sólo un hombre como él podía impedir la tragedia. Todo lo que ocurrió a partir de entonces fue del dominio público. La gente que regresaba del puerto