me crees sana? DIONISIO.- De veras. (Ella lo mira por unos instantes, dudosa.) ROSA.- Te confiaré entonces un pensamiento que no se me va de la cabeza. Y tú me dirás, sin mentirme, si es un pensamiento sano. DIONISIO.- Te escucho. ROSA.- ¿Y si Carmela, viva, no hubiese salido del subsuelo? DIONISIO.- (Asombrado.) Pero eso... no puede ser... ROSA