fracaso de su política económica, lo alejaron del poder. Mao replicó abriendo las compuertas de la reprimida cólera popular; extraño espectáculo que, de nuevo, desmintió tanto al marxismo-leninismo como a las especulaciones de los expertos occidentales: un viejo acaudillando una revuelta juvenil, un marxista-leninista lanzando un ataque contra la expresión más perfecta de la doctrina del partido como «vanguardia del proletariado»: el Comité Central y sus funcionarios. La revolución cultural sacudió a China porque correspondía, simultáneamente, a