enternecida y temerosa ante aquella desmesura. Doña Rosaura ya no vivía en casa y Catalina subía y bajaba la escalera a cada instante, suplicandole que comiera algo. Pero tantos ruegos y cariños llegaron demasiado tarde. Al fin hubo que forzar la puerta y entonces descubrimos a Santiago dormitando, hundido en una debilidad de muerte. Nada, absolutamente nada, pudo ya devolverle a la vida. Cuando supe que mi hermano estaba tan enfermo pensé que quizá Bene pudiera hacerle desear
SUR:108.10
FORZARII - Hacer fuerza sobre un objeto o una persona para conseguir algo venciendo su resistencia