la delegada, por decir lo que dijo y también un impulso de proteger a Dorotea, su único amor. --¿Y no sintió contra ella ningún resentimiento? --Tal vez lo sintiera, pero cuando contó la historia no se acordó de mencionarlo. En todo caso, pasada la primera impresión, el doctor comprendió que el episodio dejaba ver la soledad en que nos encontramos después de separarnos de una persona querida. «Yo también estaba desesperado», me explicó