pero valen poco... No digas «este helado es un poema». Hoy día nadie lee poemas. Lo que les apetecía era «potable», lo que no les divertía era un tostón, una lata o un asco. Preferían «estar en plan» a ser novios, y ellos presumían ante ellas de «no dejarse cazar». Firmaban cuentas a nombre de papá, hablaban mucho de coches y de motos y encontraban anticuado llamarse Carmen o Pedro,