sobre todo para interpretar rectamente la respuesta femenina a posibles avances. Porque el comportamiento de una chica decente podía ser imprevisible, ambivalente. En todo caso, siempre difícil de entender a la primera. Y el trato con las muchachas decentes provocaba generalmente en el joven una timidez que le coaccionaba al producirse los primeros acercamientos. Uno de estos muchachos nos ha dejado una pintura muy expresiva de aquellos primeros titubeos desconcertantes: Acumulaba conscientemente datos, supuestos elementos de realidad con los que nutrir
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PROVOCARI - Hacer ocurrir como reacción o respuesta