en verdad la retaguardia no es ni más ni menos detestable que antes de la batalla... sino el combatiente que vuelve, quien al entrar en contacto con su normal nivel... se apea de la moral excelsa y transitoria a que había acostumbrado el pulso de su vida. Aparte del anacronismo que esta moral excelsa y transitoria del héroe suponía para un país descalabrado, donde de lo que se trataba era de ir tirando a base de componendas, tampoco las enseñanza oficiales tendían a politizar