a la sana, y no al revés. Generalmente se reconoce que la libertad de trato entre muchachos y muchachas era absoluta, así como la indiferencia de los padres ante el hecho de que sus hijos, desde la primera edad, camparan tranquilamente por sus respetos, ...salvo, naturalmente, en las familias de recia contextura hogareña y gran moralidad, pertenecientes casi siempre a la clase media. En esta salvedad ya queda patente la animadversión, que nunca depuso el gobierno del general