es un acto sacramental porque produce carisma, como el sí del matrimonio, como la imposición de nombre en el bautismo. Tampoco se puede decir que tenga siquiera alguna semejanza con el juramento en ninguna de sus clases, ni la que jura que algo es verdad, ni la jura que hará verdaderas sus palabras: el juramento no es autosuficiente, no se queda cumplido jurando, puede ser demandado a la vista de un incumplimiento. Así también parece que el contenido del acto de