detenimiento que le pareció una escena interminable. Sí, allí estaba. Antes de ver sus ojos reconoció la mano tendida al azar ante la gente apresurada; ni siquiera llegó a escuchar la cantinela con que se dirigía a los viandantes porque reconoció la mano temblona, luego la mirada algo acuosa y después, ya retrayéndose a pesar de su pasmo, la otra mano temblona sujetando un trapajo entre los dedos. Cuando volvió a alzar los ojos, por no saber dónde ponerlos
MIR:083.16
RECONOCERII.1 - Darse cuenta [alguien] de que [alguien o algo] es una determinada entidad, ya percibida por los sentidos (esp. la vista)