con sus propias manos? Mas la pregunta que no osaba formularse --y él bien lo sabía-- era otra. ¿Por qué no dejó el cuello cuando advirtió que moría? Tampoco recordaba el salto al cuello: tan sólo reconocía la imagen de sí mismo oprimiendo sus dedos en torno a aquél, de golpe, sin medida. Debió haber sido como una ofuscación que sólo clareó cuando ya ella luchaba desesperadamente por su vida. Pero entonces, sí supo lo qué estaba
MIR:059.32
RECONOCERII.1 - Darse cuenta [alguien] de que [alguien o algo] es una determinada entidad, ya percibida por los sentidos (esp. la vista)