la placidez de su casa mientras tantos y tantos viajeros, en medios de transporte colectivos o individuales, se trasladaban de un lugar a otro pasando por delante del ventanal del salón. Por fin, al caer la noche, ya se recogía plenamente en casa. Entonces, si no estaba solo, se dedicaba a su compañera con gusto, y si lo estaba, podría decirse que no consideraba a la casa peor amante. Afuera sólo quedaban haces de faros señalando el trazado
MIR:127.24
RECOGERII.5 - Retirarse [a un lugar] gen. para descansar