puede saltar por los aires, todo amenaza a los seres que siguen viviendo y yo, aquí, en este agujero del mundo, he matado a una mujer, he diseminado mi alma a los cuatro vientos haciendo estallar todo lo que poseo y todo lo que soy. --Dios mío --dijo de pronto, profundannente afligido--, ¿qué va a ser de mí? Echó a andar con desesperación. Trataba de ahogar el peligroso acceso de llanto que le amenazaba y a