un aletazo del éxtasis, eran tan poderosos como el aguardiente y el éxtasis, y en ese trance sus sentidos se perdían en el vértigo de lo inalcanzable, así la palpitación de las horas inmediatas había estado colmando de emociones un cuerpo descontrolado por la voracidad de la huida: instalado de manera total en el presente, había dejado de mirar por ser invadido y esto le producía una contradictoria sensación de temor y atracción; acaso la presencia de ésta no fuera sino la carta de
MIR:100.02
DESCONTROLAR - Perder el control o dominio sobre sí mismo