Desde la caja en que creyeron encerrarle, ríe, reirá siempre, de la credulidad y estupidez de sus adoradores... Veo, veo aún... CON LA HIEL EN LOS LABIOS La profunda aversión a la naturaleza y los paisajes campestres de nuestro rompesuelos urbano admite sin embargo, por razones puramente estratégicas, algunas excepciones: v.gr., los jardines públicos. Como no dejan de apuntar los movimientos Verdes y grupos ecologistas, la intrincada jungla en que habita carece de esos espacios