la los cajoncillos superiores de tu mesa. Cada victoria o hilera de cuadrículas completa te procura una emoción indescriptible, de intensidad solamente comparable al puro hallazgo poético. Mientras el gozo creador acumula versos enteros, imágenes justas y súbitas, deslumbrantes metáforas olvidarás el conminatorio dispositivo adherido al pecho y su prórroga avariciosa y precaria. Pero el palimpsesto o negativo a medio revelar que emerge poco a poco de tus tenaces y afanosas calas no será ningún poema de Yalaluddin Rumi a su amigo y maestro