lo de los rasgos y detalles de su vida más íntima, editores de menor cuantía espulgarán el círculo parental, amistades, reclutas, flirteos, en busca de elementos susceptibles de originar addendas, comentarios, glosas, revisiones, polémicas. Sin olvidar, claro está, al público infantil: desde el soldado de plomo al tebeo. Un mercado de infinitas ramificaciones, cuyo producto bruto resulta difícil de evaluar. Las distintas delegaciones aguantarán con meritorio estoicismo la exasperante lentitud de la ceremonia de