el dramatismo que les rodeaba. Gesto que Betina devolvió abrazandose a él. Tanta ascensión en la luz, tanto dulce azul en torno, tanto aire purísimo, para que allí dentro aquellos dos ángeles terribles que flotaban sobre sus cabezas dominaran el mundo y la Historia a su arbitrio; quizá aquella misma Historia que fuera, bajo la luz, sin gestos fantasmagóricos, el guarda le relataba a Adriana por medio de terribles anécdotas. Dentro sólo quedaban los signos que pretendían ser divinos
CAR:131.08
DOMINARI - Tener el control o el dominio sobre una entidad