me convivencia, ya se sabe, ocasiona roces y malentendidos, acerté a propinarle a un matón un puntapié en muy crítico vértice, de cuyo nombre, por deferencia, hago gracia al lector. --¡Guay de mis cojones! --exclamó, menos recatado, el matón. El otro ya me atenazaba la garganta y me alzaba en vilo. Esto y el humo me sofocaron. Y no sé en qué habría parado la trifulca si unas válvulas que asomaban del techo
LAB:203.32
EXCLAMAR - Decir o hablar con intensidad y vehemencia