selo como el gesto que a veces le valía una botella de leche o un pantalón puesto a secar en el césped de un jardín, todo podía ser lento e instantáneo a la vez, una decisión seguida de un deseo de que todo durara mucho, que esa chica no se debatiera absurdamente puesto que él no quería hacerle daño, que comprendiera la imposibilidad de escaparse o de ser socorrida y se sometiera quietamente, ni siquiera sometiéndose, dejandose ir como