que se enteraría de todo, que se vengaría de Milo vengandose en ella, revolcándola en el barro, en Germán, tirandola en el escándalo. No quedaba la menor posibilidad de nada pero tampoco podía ser ella la que gritara la verdad, en pleno imposible le quedaba una absurda esperanza de que Milo viniera solamente por Flora, que un increíble azar le hubiera mostrado a Flora por fuera de lo otro, que esa esquina hubiera sido cualquier esquina para Milo de