cabeza, le repetía tranquilízate, mi niño, le decía que no había pasado nada, que intentara dormir, el sueño lo arregla todo. Recordó la mirada triste de su hijo y Miguel, después de haber oído sus comentarios, repuso quejumbroso: «Mi padre no tenía los ojos tristes». Ella dijo también que de política no se debe hablar nunca, y menos aún escribir. La política era para los políticos. Tras darle las buenas noches, añadió:
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REPONERII - Responder a un argumento con otro que se expresa, o a un cargo con cierta justificación