Claro que es verdad! ¡Más de una vez se la salvé! La abuela afectó sentirse ofendida, ¿a ella por qué nunca se lo había dicho?, y el niño, entusiasmado, anunció que le iba a relatar una aventura que Agus no conocía, una de las mejores... El médico no tenía que visitarle hasta tres días después, pero, precedido de la abuela, entró en el dormitorio a la mañana siguiente, muy temprano, y Miguel