Texto contextualizado: |
. Una tarde, sin embargo, Carlos salió al pasillo al encuentro del abuelo y contempló por unos segundos su bolsa blanca repleta de bultos y el abrigo de astracán que llevaba plegado en su antebrazo izquierdo. El abuelo, sorprendido, dijo con voz turbada sólo me llevo trastos inútiles, cosas viejas. Después volvieron a sonar sus pisadas, que al poco rato se perdieron más allá de la puerta. Los acontecimíentos se sucedían entonces con gran rapidez y, así, aquella misma |
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