. Con voz firme les exigió una explicación inmediata para el llanto de su nieto. Miguel abrió mucho los ojos. Hubiera querido vitorear a su protector, a ese héroe poderoso que en el último segundo, como en las novelas, libraba a sus amigos de los máximos peligros. La abuela se llevó una mano a la sien mientras el médico empezaba a decir que ciertas lecturas estaban viciando la imaginación del niño. El abuelo le interrumpió con una blasfemia, ¡no eran los
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LIBRARI - Deshacerse alguien de algo negativo o perjudicial