hasta que aquélla alcanzaba sus límites. Entonces apartaba un poco la boca y con el dedo índice que surgía de entre el vendaje de la mano izquierda trazaba círculos de fuera a dentro. El vaho, al disiparse, se iba confundiendo con los círculos hasta que el último, un puntito central, devolvía el juego a la original transparencia del cristal. Lo repetía una y otra vez, calmosamente, y sólo de vez en cuando alzaba la vista para otear la calle con
MIR:123.12
CONFUNDIR - No percibir conceptualmente la diferencia entre dos entidades, perder (o hacer perder) la 'claridad mental'