buscar una clínica para el abuelo, una clínica donde tuvieran los medios y el personal adecuados para asistirle. Allí estaría mejor que en casa y le administrarían un tratamiento eficaz para su enfermedad. Era la única posibilidad que quedaba de curarle, Miguel supo comprenderlo. Pero no era eso lo único que su madre quería decirle. Se sentó en una de las sillas del comedor e hizo a Miguel sentarse frente a sí. La luz que entraba por la