el mundo. 3 Miércoles Aquella mañana, Melville se había asomado más de una vez a la galería, no sin mirar a un lado y otro antes de volver adentro. Poco después, cuando abrió la puerta a su discípulo, exclamó: --¡Por fin! --¿Llego tarde para la clase? --Hoy no hay clase. Tengo algo que contarle. No sabe con qué impaciencia estuve esperando. Es algo extraordinario. Minuciosamente Rugeroni refirió que su chica,
HIS:162.25
EXCLAMAR - Decir o hablar con intensidad y vehemencia