A alguna casa... de la que tal vez logre escaparse. Sigo pensando... que la nena llamará un día a esa puerta. (Pausa. Apenas se atreve a mirarla.) ROSA.- (La cordura que conserva le hace dudar.) ¿No estaremos soñando los dos? Dime, sin engañarme, si te parece o no una idea disparatada. (Aguarda su respuesta, anhelante.) DIONISIO.- (Le tiembla la voz.