pronto. ROSA.- Tú te lo pierdes. (Sigue su camino. Se detiene poco a poco, pensativa, al tiempo que la grisácea claridad del ventano se trueca despacio en una viva luz azul que ninguno de los tres advierte, pero que acaso ella imagine. ROSA se vuelve de nuevo hacia DIONISIO.) ¿Estabas mirando el retrato de Carmela? (DIONISIO se turba. NÉsTOR se inmoviliza sin mirarla.) DIONISIO.- (Traga saliva.)