Jomeini comprendiese los razonamientos jurídicos y diplomáticos de los norteamericanos. Estaba poseído por un furor religioso y revolucionario --los dos adjetivos no son contradictorios-- y el lenguaje de Carter debía parecerle secular y profano, es decir, satánico, inspirado por el diablo, padre de la mentira. Tampoco los norteamericanos podían comprender lo que decían Jomeini y sus secuaces: les parecía el lenguaje de la locura. Una y otra vez calificaron las expresiones del Ayatola como delirios incoherentes. Ahora bien
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INSPIRARII - Producir en el ánimo una idea, propósito o sentimiento