Suaves pisadas y un mugidito corderil despiertan al viejo, creyendose en la majada. Pero sus ojos se abren en la penumbra a un angelito blanco que alza los brazos en la puerta, frente a la cama. El viejo se incorpora, salta y corre hacia él. Le eleva, le acuna en sus brazos y una inefable suavidad le inunda el pecho cuando la cabecita se reclina en su hombro. El ángel va cerrando los ojitos a medida que el viejo, primero
SON:319.05
INCORPORARI - Levantar o erguir la parte superior del cuerpo