conciencia. --Una respuesta adecuada. Que no me vengan a mí con grandes obras y con descubrimientos salvadores, para un mundo que tarde o temprano desaparecerá. Un deseo espontáneo, directo, como el suyo, es otra cosa. Merece atención. No pudo menos que objetar: --Sin embargo, doctor, usted sabe mejor que nadie que un gran descubrimiento es posible. --¿Por lo del reloj biológico? Solamente hubo un golpe de suerte y la astucia necesaria para