se -¿Qué ha dicho? -pregunta bajito el viejo. -Universidad italiana de mierda -le traduce sonriendo un ayudante de Buoncontoni. Y añade, con admiración-: ¡ En una sola palabra! « ¿ Nadie sale a partirle la boca ? », se asombra el viejo lleno de desprecio. « ¡ Bah!, con estos milaneses no se va a ninguna parte.»