se los «fugitivos del futuro»: Henry James, George Santayana, T. S. Eliot y otros. Del mismo modo que los europeos no podían reconocerse en las sociedades nómadas --eran el pasado irrevocable- tampoco podían ni querían reconocerse en la modernidad norteamericana. Los Estados Unidos eran un país sin iglesias románicas ni catedrales góticas, sin pintura renacentista ni fuentes barrocas, sin nobleza hereditaria ni monarquía absoluta. Un país sin ruinas. Lo más sorprendente fue que los norteamericanos
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RECONOCERII.1 - Darse cuenta [alguien] de que [alguien o algo] es una determinada entidad, ya percibida por los sentidos (esp. la vista)