humillante. Aguardo también con impaciencia la instantánea que abarque a la vez tu diminuto jardín y la bella roseta, con unas gotitas de pipí del primero y un trozo de papel que haya estado en contacto íntimo con la segunda, para aspirarlo con inefable delicia. Tu humilde admirador y esclavo: EL REVERENDO.» «Soy un tío de mediana edad, 1 m 73, 66 kilos, viril, bien dotado y velludo. Mi fantasma: tumbado en la cama,
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ASPIRARI - Inspirar. Introducir aire en los pulmones