le en trance tan ridículo, no podrá sino coincidir en el sardónico juicio de su mujer: cada día se está pareciendo más a su tío Eulogio. ESPACIO EN MOVIMIENTO Llegados a este punto de la mal hilvanada y dispersa narración, no dudamos de que la vasta legión de admiradores de la Ciudad Luz se sentirán defraudados en sus legítimas esperanzas de ver reflejados en aquélla los lugares, personajes y tópicos que conocen y aman. En vez de frecuentar, por ejemplo, los medios